domingo, 20 de febrero de 2011

Un sábado, ese sábado, nuestro sábado..

Un sábado, ese sábado, nuestro sábado.. Ese día que comienza con una fiesta y termina siendo especial, en el que entre el sonido altísimo de la música retumbando en tus oídos y los efectos del alcohol, por unas horas consigues olvidarte de todo, no pensar en los problemas, ni en el qué dirán, ni en lo que pueda pasar si haces alguna locura.. En esos momentos sólo quieres seguir bailando, que nada te pare, y beber hasta que ya no puedas ni mantenerte en pie.. Porque ahí tienes tu mundo.. Y por unas horas eres feliz, porque no te importa nada ni nadie.. No hay nada que pare tu ritmo, y por mucho que te digan “Stop” tú seguirás bailando, cantando y pegando saltos por todas partes, gritándole al mundo que en ese momento eres feliz, que tienes a los mejores amigos que puedes encontrar a tu lado, y que así seguirá siendo..



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