miércoles, 10 de diciembre de 2014

El ying y el yang.

Momentos. Instantes. Lugares para recapacitar, y darte cuenta de que tienes dos factores. Uno a la izquierda, otro a la derecha. El ying y el yang. El bien y el mal. El que te dice para, y te hace ir frenando, ir más despacio, querer detenerte; y el que te hace pisar a fondo, no querer parar, seguir hasta el final, aun sabiendo que vas a caer al precipicio..
El primero te hace pensar dos veces, valorar más las cosas, y valorarte.. El segundo te obliga a dejarte llevar, a guiarte por impulsos, y vivir según lo que vas sintiendo.. El primero se aleja de tu propia autodestrucción, y tú sigues ahí, con el segundo, con ese yang, ese mal que te autodestruye, que te hace caer por el precipicio, que conforma ese bloque con el que no paras de chocar.. El primero siempre te cuidaría, siempre te pararía.. Siempre y cuando no llevaras tu fuerza sumada al impulso del segundo.. Puede que sea demasiado..
"Que yo me pongo a pensar, si hacerle caso al dolor o a cualquier pensamiento fugaz orbitando a mi alrededor, para bien o para mal, esa es siempre la cuestión que no puedo contestar, que no tiene solución.."

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