martes, 18 de junio de 2013

No hay nada que pueda comprar los pequeños detalles..

Me considero una persona lo suficientemente bipolar como para odiar y querer a la vez, y si ya es difícil sentir cada una de esas emociones por separado, imagínate como es sentirlas a la vez.. Una persona que por mucho daño que me hagan, seguiré ahí, porque sé de sobra que sólo me puede hacer daño alguien a quien quiero, de no ser así, sus actos y sus palabras no me importarían tanto como para dolerme.. Creo que sé como hacer para luchar por lo que quiero, es más, a eso me dedico cada día, a luchar por lo que quiero mantener y por lo que quiero que llegue en un futuro, pero sobre todo por lo que quiero seguir teniendo cerca.
Me considero también alguien vulnerable, por la misma razón.Porque sé que sin las personas que tengo cerca nada sería lo mismo, y por esas personas que saben ser lo que se puede decir amigas yo daría lo que fuera, y de ahí viene mi vulnerabilidad. Aunque siendo así, merece a pena.
Puede que al principio, cuando la gente me conoce, parezca una borde y tal, y sí, puede que lo sea, pero yo no necesito quedar bien con la gente que no conozco de nada, las personas que valen la pena se nota desde el principio, y siempre hay algo que te dice que dentro de ese alguien borde y puede que hasta gilipollas, hay una persona que merece la pena. Y ahí viene lo bueno. Las personas que deciden que merece la pena conocerme un poco más son las personas que realmente saben ser, saben estar, las personas que no se basan en el exterior para definir a alguien, no. A mi también me pasó eso alguna vez, creí que una persona era igual que todas las demás, hasta le tuve miedo alguna vez, pero a medida que la fui conociendo me di cuenta de que por el contrario, era diferente, especial. Y es que en los tiempos que corren viene dado por defecto ser igual que todos, seguir una moda, un patrón.. Pero esa vez no, no había defecto.
Soy una persona que ha aprendido a echar de menos a las personas que han significado su vida entera a base de palos. Y odio tener que echar de menos a las personas, porque como he dicho, suelo luchar bastante por las personas que quiero, para no tener que arrepentirme cuando me falten y les eche de menos, pero.. ¿Qué sería la vida si nunca aprendiéramos esas lecciones? Está de más decir que odio estar sin él, no poder abrazarle y hacerle cosquillas.. No volver a tener todo lo nuestro.. Pero sé que si en este momento no me hiciera la falta que me hace no habría aprendido todo lo que sé a mis 17 años, porque sin serlo he aprendido a ser una hermana mayor, a apreciar a las pequeñas personitas que te dan la vida sólo con respirar, a valorar una risa, unos segundos de su voz.. Todo eso que ya no tengo, pero puedo valorar en otras personas. De no haber aprendido todo eso, ni yo sería como soy ni hubiese descubierto todos los dones que tienen las personas que me rodean, porque todo eso son pequeños detalles, y después de todo lo que he vivido, me he dado cuenta que los pequeños detalles son los que importan realmente, porque no hay nada que pueda comprar un abrazo, un beso o una voz.. No hay nada que pueda comprar lo que me hace sentir cada una de las personas que me demuestran algo día a día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario